Octavio Rodríguez Araujo

Octavio Rodriguez Araujo

Octavio Rodríguez Araujo

Con una prosa clara, ese lenguaje accesible que siempre utiliza –porque de que sabe escribir, ni duda cabe—Rodríguez Araujo nos lleva, desde la introducción, a mirar a fondo lo que está ocurriendo en el ámbito político

Nadia Piemonte
Masrtes 16 de Octubre de 2012
Diario de Morelos


La lectura de un libro, de un ensayo o de un artículo periodístico de Octavio Rodríguez Araujo siempre me resulta aleccionadora. Porque Rodríguez Araujo tiene la virtud de exponer en sus textos la idea razonada, fundamentada, explicada con un gran rigor académico, con lo que logra unir el rompecabezas que nos proporcionan los sucesos, que de tan atropellados en su acontecer  nos impiden captar con claridad los hechos cotidianos que los conforman… Y Poder y Elecciones en México, el más reciente libro de Octavio Rodríguez Araujo, en el que colaboró su alumno Gibrán Ramírez Reyes, no podía ser la excepción, en cuanto a que en él, el autor relata y analiza con minuciosidad no sólo lo acontecido durante las elecciones pasadas, sino nos va situando en el contexto en que se produjeron los hechos que llevaron al tribunal al fallo a favor de Peña Nieto como presidente electo y, por segunda vez a Andrés Manuel López Obrador a protestar por lo parcial de ese fallo… Rodríguez Araujo describe una historia pues, de todos conocida, pero que para la mayoría de los involucrados –todos los electores—siembra de nuevo la duda, aunque esta vez en forma diferente a lo que ocurrió en el 2006: ahora no es por la mínima cantidad de votos como en las elecciones de hace 6 años, sino por la calidad de esa mayoría de votos que recibió Peña Nieto y que le confirmó el tribunal… Capítulo por capítulo, Rodríguez Araujo reporta datos duros, retoma declaraciones de unos y otros actores, anexa tesis de politólogos e historiadores, señala sus puntos de vista logrando en el lector, una vez más, que nos detengamos y reflexionemos porque todo lo que se nos presentó dista de ser tan blanco o tan negro como quizá lo vimos al correr de los acontecimientos… Con una prosa clara, ese lenguaje accesible que siempre utiliza –porque de que sabe escribir, ni duda cabe—Rodríguez Araujo nos lleva, desde la introducción, a mirar a fondo lo que está ocurriendo en el ámbito político, en los juegos de interés de esa casta política que se mueve casi de la misma manera así reclame como suyas ideologías de derecha, de centro derecha, de izquierda o de centro izquierda. Nos repasa lo que se dijo durante algunos meses de los partidos políticos, de los movimientos sociales, de lo que se habló y se quiso proponer, de candidatos externos, candidatos ciudadanos, de candidaturas independientes, de gente apartidista –dice que no hay tal, y ni hablar, no los hay—y demás juegos de palabras con los que se pretendió alejarse de clichés partidistas, siendo esto imposible en cuanto a que no hay modo de llegar a ser candidato si no se tiene la plataforma de un partido… Se refiere a los candidatos y cómo llegaron a serlo. En la crítica de Rodríguez Araujo, ninguno de ellos se escapa, ni siquiera Andrés Manuel López Obrador, así admita el autor su “simpatía” por el tabasqueño… Si hay un capítulo que es particularmente interesante, o a mi me lo pareció así, es el que  nos sitúa ante el panorama del año anterior a las elecciones, en los momentos que en algunos estados empezaron a darse las “alianzas” entre partidos ideológicamente contrapuestos con la finalidad de ganarle a un PRI que en las elecciones intermedias había resultado prácticamente imposible impedirle su avance triunfal… Y otro capítulo igual de sustancioso, es la conformación de la unión de las izquierdas, donde descubrimos que ni son todos los que están, ni todos los que están son… Poder y elecciones en México, es una investigación de fondo que vale la pena leer de corrido, porque su prosa, reitero, es muy amena y en un español que no admite faltas, pero que también invita a regresar a uno y otro capítulo que ya son parte de nuestra historia contemporánea en la que los políticos son los protagonistas sí, pero es una historia en que toda la sociedad se ve involucrada… Una historia en la que, como hemos podido comprobarlo, se habla de dinero, de mucho dinero –las elecciones cuestan cada vez más—de corrupción, de ignorancia respecto de las fuentes de donde proviene todo ese río de dinero que emplean los protagonistas y sus grupos para acceder al puesto político en que el poder está ligado al dinero; a los grupos de poder, que son, finalmente, los que tienen tales cantidades de dinero… todo ello, en un país que alberga más de 60 millones de pobres, y también al hombre más rico del mundo y si no es el más rico, su riqueza es de tal magnitud que resulta ofensiva… un país donde, cada vez más, las leyes no parece que efectivamente beneficien a la población. Habla de  leyes muy cuidadas para evitar esa incertidumbre que provoca cada elección y que, sin embargo, permiten “fisuras por las que se cuelan los expertos en burlarlas”, dice Rodríguez Araujo, quien señala a continuación: “Tal vez las leyes no tengan la culpa, si vale la expresión, sino la cultura política dominante, al parecer con proclividad al camino fácil e independiente de la ética”.
Poder y Elecciones en México, tuvo en debut de lujo el lunes 8 de octubre. Para su presentación, en el auditorio de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, de la que es catedrático el propio autor, cientos de jóvenes estudiantes se convocaron para participar del evento en el que la presentación del libro estuvo a cargo del propio Octavio Rodríguez Araujo, de  Andrés Manuel López Obrador –era tal el tumulto a su alrededor que no podía avanzar hacia la mesa de los presentadores—Martha Sínger,  Angélica Cuéllar, Bernardo Bátiz y Eduardo Huchim.
En la contraportada de Poder y Elecciones en México, leemos: “A pesar de la complejidad del examen de estos temas, la redacción ha sido cuidada para que el texto sea accesible para todo tipo de lectores y no sólo para especialistas. Es un libro oportuno en la coyuntura, pero no coyuntural; es polémico, pero no sentencioso”. Es una lectura obligada para todo aquel a quien interese conocer el entorno mexicano.

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